Mi mes con Shakespeare, o Shakestiembre

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Algo ausente durante este mes de las redes y este espacio, mi mente, cuerpo y alma estuvieron bastante ocupados con William Shakespeare en tierras chilenas e inglesas. Es que el dramaturgo se apoderó de mi vida durante todo el mes y me acompañó en intensos días de conferencia y funciones de teatro. Les dejo un resumen de lo que fue mi Shakestiembre (que puede ser algo que intentaré hacer todos los años entre choripanes y empanadas, ¿por qué no?):

Shakespearean Transformations: Death, Life, and Afterlives

Ok, no suena como un panorama muy entretenido, pero esta conferencia de la British Shakespeare Association fue una tremenda experiencia. No sólo me estrujaron el cerebro por cuatro días, una de las mejores cosas fue que no me abuchearon durante mi muy humilde presentación. Esta tuvo que ver con cómo Orson Welles utilizó al dramaturgo inglés para poder materializar su adaptación de Moby-Dick para el teatro: Moby Dick – Rehearsed. Es una de las tantas formas en que Shakespeare ha sido llamado de la tumba para que venga a salvar un proyecto teatral.

Las presentaciones de papers y las conversaciones con tanto académico y practicantes de las artes escénicas fueron muy inspiradoras y espero que salga harto en limpio de todas las ideas que se despertaron en mi mente.

Barrie Rutter de Northern Broadsides

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Este fue el momento más alto de Shakestiembre. Honestamente, sabía muy poco de este actor. La conferencia cerró con una charla de él sobre su experiencia como actor y su experiencia con Shakespeare. Dos segundos después de que abrió la boca yo ya estaba rendida ante su figura y su tremendo trabajo.

Este local de Hull, en el norte de Inglaterra, vivió en carne propia lo que es la discriminación de la centralización (¿les suena conocido?) en un mundo en el que los acentos regionales tienen espacios muy marginales en obras de Shakespeare. En sus palabras: “alguien que habla como yo jamás iba a poder hacer el papel de un rey”. ¿Su solución? Volver al norte y armar su propia compañía, ¡donde él podía ser Ricardo III o Enrique V si el quería!

Northern Broadsides entonces se ha caracterizado no sólo por poner en escena a actores que de otra forma habrían sido discriminados sino que también ha llevado estas grandes obras inglesas a los espacios que la cultura “alta” había dejado de lado. Algunos de sus escenarios han sido viaductos, molinos y puertos.

Su trabajo, ímpetu y completa honestidad como persona y actor resultó ser la experiencia más educativa que he tenido este año. Muchas veces en regiones nos quejamos de la falta de espacio y lo que a veces se siente como millones de kilómetros desde donde se toman las decisiones, donde se reparte la plata y lo que se toma como modelo.

The Complete Deaths de Spymonkey

Spymonkey es una compañía inglesa con miembros de distintas partes de Europa. Se encargan de hacer teatro clown, con momentos absolutamente ridículos pero terriblemente graciosos. La producción que tuve oportunidad de ver, The Complete Deaths, era un jocoso resumen de todas, TODAS, las muertes de las obras de Shakespeare que ocurren en escena. Con un una cuenta regresiva que va cambiando con el sonido de una chicharra a cargo de una señora que sólo se preocupa de tejer y cambiar los números durante toda la función, los actores dramatizan, parodian, y ridiculizan algunos de los momentos más sangrientos de estas obras isabelinas.

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El resultado no es para los escandalizables ni para los puristas. Yo también a veces me agarraba del asiento, pero la raya para la suma es que es una noche de pura entretención y de un aterrizaje necesario de tanta idea grave que ha hecho que tanta gente asocie a Shakespeare con tedio. Para mi a veces el humor era un poco burdo, pero considerando a la compañía y el humor al que están acostumbrados a hacer, debo decir que la variedad de elementos utilizados de tantas formas distintas y la complejidad de muchas de las ideas planteadas terminaron por convencerme.

King Lear de The Performers en Matucana 100

Tuve la oportunidad de llevar a mis alumnos de media a la producción  de King Lear de la compañía argentina The Performers. Oportunidades de poder ver cualquier obra de Shakespeare en inglés en Chile son bastante pocas y no dudamos en llevar a los alumnos. Siempre es un gran desafío adaptar obras siguiendo un ánimo pedagógica, pues se suele caer en un exceso de didactismo o en teatro de museo. En esta propuesta The Performers busca mantener el interés hacia el lenguaje y la pieza como obra de arte, pero caen en otros errores.

Para poder acortar algunos de los conflictos e historias y hacerlos calzar dentro de una hora, la compañía decidió hacer una historia dentro de otra historia, enmarcando los conflictos del rey Lear con sus hijas dentro de lo que parece ser una alucinación contada a un psiquiatra en tiempos modernos. El problema aquí es que al mantener el título King Lear hay ciertas expectativas sobre los personajes que se mantienen: esperamos ver a Gloucester y a sus hijos Edgar y Edmund, además del importante Fool. Nos quedamos entonces con un cuarto de los complejos temas que trata la obra y, por lo tanto, con un cuarto de la emoción que produce cuando la presenciamos en su versión completa. Además, el hecho de que sea en una lengua que no es la materna para la audiencia requiere que haya suficiente contextualización no-verbal. Esta obra nos daba muy poca información visual de cuando están en un lugar o en otro, dependiendo demasiado en la palabra, con un lenguaje que muchas veces no es necesariamente entendible en su totalidad de parte de los escolares. De todas maneras, es siempre un aporte que se den estas oportunidades de corte pedagógico.

Crítica de Perfoconferencia: Shakespeare nuestro contemporáneo

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Perfoconferencia: este es un concepto híbrido y, por lo tanto, difícil de evaluar bajo los parámetros de una obra de teatro con una intención y formato menos explícitamente didáctico. Tampoco puedo encasillarla tan estrictamente en el marco de una conferencia académica o al estilo de las conocidas TED talks, pues tiene un claro (y logrado) fin estético también. Así, esta crítica estará apuntada a las dos instancias que esta puesta en escena declara ser: una performance y una clase magistral sobre Shakespeare y su obra.

Este es un año especial para el teatro y la literatura, pues se celebran los 400 años de muerte del dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare. La ciudad de Santiago no se ha restado de las celebraciones mundiales y nos encontramos con un sinnúmero de afiches anunciado adaptaciones locales de sus obras y eventos especiales dedicados a él. Todos estos aniversarios que terminan con cero se transforman en una invitación a re-pensar la obra del autor, además de traerla, reinterpretarla y descubrir su significado en nuestros días. Esto busca hacer esta Perfoconferencia, subtitulada Shakespeare nuestro contemporáneo. Mientras muchas adaptaciones de las obras del dramaturgo son adaptadas a la actualidad u otras épocas y contextos a través del uso del vestuario y escenografía e incluso cambios al texto, esta obra lo hace a través de la explicación explícita. Nos cuenta cómo los temas tratados por Shakespeare son relevantes para un público de hoy, cómo las preocupaciones sobre el poder político, por ejemplo, eran tan relevantes en la Inglaterra isabelina como lo son en el mundo globalizado del siglo XXI.

Esta contemporaneidad que busca Cecilia Echenique en su exhaustiva investigación y adaptación de la información, se muestra al público a través de distintos elementos, aunque no con la caracterización durante la representación de escenas. Echenique hace contínuamente el vínculo con el presente durante los momentos en que expone, lo que se complementa con material audiovisual. Aunque se entiende y se aprecia, especialmente cuando se trata de mostrarle a un público que Shakespeare no es necesariamente sinónimo de calaveras con telarañas y hombres en malla declamando mientras el público duerme, a veces a estas acotaciones les falta edición. Hay un momento en particular en que se vinculan los temas tratados por Shakespeare a la precaria situatión que pasan algunos mutilados africanos y sus familias. Aunque es un momento emotivo y que invita a la reflexión, el salto parece tan grande y la secuencia de fotos tan larga, que olvidamos a Shakespeare por un momento y nos quedamos con las sensación de que es un inserto de concientización que poco tiene que ver con el resto.

Más allá de eso, Echenique hace una clase magistral con bases teóricas y documentación histórica que apunta no sólo a educar al público de todas las edades sobre la figura de Shakespeare y su obra, pero además derriba mitos que han estado grabados en el imaginario del público general. Es también un aporte al conocimiento de aquellos que quizá ya saben algo del dramaturgo, pues discute interpretaciones, el estilo y el contexto en que escribía Shakespeare.

La música es otro elemento destacable y esencial en esta propuesta. A cargo de Magdalena Amenábar, Jorge Pacheco, Benjamín del Río y José Tomás Celis, las composiciones acompañan tanto los momentos de conferencia como las actuaciones, uniendo los elementos de manera que la transición parece muy natural. Magdalena Amenábar además pasa del espacio de los músicos al escenario principal para interpretar algunos personajes femeninos. Con una impecable participación, esto enfatiza aún más la ausencia de límites claros entre un espacio y otro y, a su vez, entre un formato y otro.

El actor y profesor Juan Carlos Montagna se destaca con su breve interpretación del villano Ricardo III, con una voz que no podría ser más acorde al personaje. Los demás intérpretes, Carlos Morales, Pedro González, Vicente Almuna, Álvaro Valdebenito y Aaron Grey, nos hacen reír a carcajadas en uno de los mejores momentos, y una de mis escenas favoritas de Shakespeare, durante la actuación de los obreros de Sueño de una noche de verano. A veces la dicción parece un poco forzada, al estar en un español tan estandarizado que parece poco natural, pero esto no interfiere con las intenciones de la propuesta.

Esta es una instancia predominantemente didáctica, pero no menoscaba la visión artística y estética de la directora y los intérpretes. Es un aporte a la escena cultural chilena y al legado de Shakespeare en un contexto en que la formación de audiencias es un concepto que se utiliza mucho, pero que normalmente se traduce en un conversatorio al cierre de una función y como algo separado de la propuesta artística. Invito especialmente a asistis a quienes tengan sus dudas sobre Shakespeare o a quines hayan quedado con una mala impresión de él en el colegio.

Dónde: Teatro UC

Cuándo: 5 al 21 de mayo de 2016 (miércoles a sábado)

Entrada General: $8.000 (descuentos UC, adulto mayor, Club de Lectores El Mercurio)